Passu


27 de agosto de 1999

Lo más espectacular del paseo de hoy ha sido cruzar el río Hudra por dos puentes colgantes. Son puentes larguímos, bamboleantes, formados por tablas sujetadas por cables. Lo pasé mal al principio. Con los brazos extendidos apenas llegaba a agarrarme a los cables y las maderas que formaban el puente estaban tan separadas que a veces tenía que estirar las piernas al máximo para alcanzar la siguiente tabla, además el primero se movía y se movía empujado por el viento. Vamos que ni Indiana Jones.


Ahora me siento satisfecha y contenta.








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