Chilin Ga


30 de agosto de 1999

Para ver mujeres hay que encender la tele. El hotel es una habitación con un banco y una tarima donde se supone que dormiremos todos los huéspedes, en la tele dan las noticias contadas por una mujer. El posadero ofrece un brandy dejando claro que sólo el hombre puede beber. Uno de los huéspedes pregunta a Alberto cuántas mujeres tiene, el hombre pone cara de pena al oír la respuesta.
Soy un poco bicho raro en este lugar poblado únicamente por hombres.


Ba Jin aniquila ala institución familiar en su novela La familia. A pesar de las distancias impuestas por la diferencia cultural reconozco en ella mucho de mi propia familia. Esa prioridad dada al amor propio, a la autoridad del patriarca, la poca importancia de la felicidad de cada miembro frente a la tradición, al poder, al fanatismo religioso.


Alberto: 
Los modelos de vida. La apisonadora de nuestro modelo es un corsé para la percepción, siempre intenta ubicar otros modos en la órbita de sus propias concepciones.



Guille, Cork:
Pensamientos de hotel: mientras cargo las sábanas: la impresión de que el personal está oculto a los clientes (trabajamos en la parte de atrás) y la de que los clientes están ocultos al personal (en el horario en que trabajamos ellos están fuera) hace pensar en una de esas sociedades (1984 tiene algo de eso) apocalípticas en las que el trabajo se hece y se deshace, en las que no se trabaja para nadie, en las que el cliente (como Big Brother en 1984) no existe, es sólo un ente extraño y no se sabe en reaslidad quién es el beneficiario de todo este trabajo.

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