Moscú, lugar de partida


1 de julio de 1999

Nuestra patrona se llamaba Valentina. Un rostro dulce y seguro esperándonos en el aeropuerto. Estaba muy simpática manteniendo en alto el cartel con nuestros nombres; nos guió en el metro hasta su casa y, desde el principio, hizo que nos sintiéramos a gusto. Su hija, Irina, agradable y correcta, aparecía por la casa de vez en cuando, apenas la recuerdo; sí al marido de Valentina cuya aparente insignificancia guardaba una humildad y naturalidad que lo hacía cercano y tierno. Me gustaría guardar en mi memoria imágenes de aquellos días en su casa: el comedor con el ordenador desde el que enviamos nuestro primer email del viaje, la cocina en la que desayunábamos mientras hablábamos con Valentina, el baño frente a su habitación y, sobre todo, el vestíbulo donde nos descalzábamos al entrar y en el que, sentados en unas banquetas durante unos minutos, en silencio según su costumbre, nos despedimos el último día de nuestra estancia en Moscú.
Valentina nos contaba que se vivía mejor en Rusia antes de la perestroika, que la riqueza estaba más igualada. Moscú, comentaba, es una isla que no tiene que ver con el resto del país, mucho más pobre. Aún así, hay bastante gente en la calle vendiendo tres o cuatro cosas o mendigando y cuyo aspecto, gestos o prestancia son propios de una clase media.
Moscú: sueño, dolor de pies, gente amable, mucho calor, el metro, el museo Pushkin. La pintura rusa: Perov sobre todo


Vasily Surikov: La mañana de la ejecución de los Streltsy. Los Streltsy eran militares que se alzaron contra Pedro I el Grande a finales del siglo XVII. Sus esposas, que pidieron inútilmente clemencia, aparecen en el poema Réquiem de Ajnátova, poeta que descubrí varios años después.
Como las viudas de los Streltsy
Aullaré bajo las torres del Kremlin


Y La Boyarina Morozowa: En el siglo XVII un patriarca, Nikon, emprendió reformas que por motivos religiosos y, tal vez, también políticos llevaban a la anexión de las iglesias de Ucrania y de los Balcanes a la rusa; esto, junto al acercamiento a la liturgia y a los símbolos de la iglesia ortodoxa griega, provocó una fuerte oposición entre los creyentes que se tradujo en muertes, exilio, etc.



Alberto:
Valentina, Irina. Hablamos largo durante el desayuno: Rusia, Serbia, Estados Unidos, Europa. Las prioridades de Occidente invertidas en Serbia: antes lo primero era la soberanía del país, después venían los derechos humanos. Hoy le dieron la vuelta a esto con un argumento que tanto vale para bombardear Estambul como España si se tercia el caso.




Guille, El Chorrillo:
Ayer en la televisión: el Magnificat de Bach como fondo musical para una noticia sobre una exposición de arte bizantino del siglo XV.




Mario, Delhi:
Ya empezamos. Ayer me drogaron con un té y me han robado 188 dólares, 200 rupias y el pasaporte.